No me digáis que nunca habéis soñado con tener un vestidor. Pues aquí os mostramos algunos de los que hemos hecho.

Lo primero es trabajar en plano con el espacio que se puede dedicar a esta finalidad. Hay que ser prácticos y realistas. En función del espacio, del presupuesto y de las necesidades del cliente nos ponemos a diseñar. No siempre es necesario disponer de una habitación extra. Hay que estudiar las opciones porque en muchas ocasiones es sorprendente lo que se puede conseguir donde se pensaba que no había lugar para ello.

Una vez elegida la ubicación del vestidor, hay que estudiar la distribución para colgar ropa larga, ropa corta, cajones, calzado, complementos,… Cada cliente es un mundo y tiene necesidades específicas que nos tiene que definir.

La iluminación es fundamental. Para ello recomendamos instalar focos empotrados y orientables. Lo más recomendable es la luz blanca o cálida, aunque, como todo, esto va en gustos. Y en el interior también se puede colocar iluminación LED.

Para el material de acabado podemos elegir entre diversas opciones. Las más habituales son formicas, lacados o maderas naturales. La formica es la más económica y dispone de multitud de acabados: mate o brillo, colores, imitación de tejidos o maderas. Los lacados nos permiten jugar con molduras y elegir el color preciso que deseamos. Y la madera transmite toda su nobleza, si bien es junto con los lacados el más delicado.

Y por último debemos estudiar si se quiere la ropa vista o por el contrario se desea instalar puertas. Según el tipo de apertura puedes elegir entre abatibles, correderas o plegables. Pueden llegar hasta el techo o pueden ser con altillo. Y el diseño dependerá del acabado elegido. Generalmente si se ponen puertas el interior se ejecutará en formica y dejaremos el exterior en un material más noble como los lacados o maderas naturales. Esto nos permitirá decorar las puertas con molduras,  hacer alguna puerta acristalada o algún dibujo fresado en la madera.

También nos fijamos en los tiradores, por estética y por confort: de asa, de pomo, sistema de uñero, sistema gola o sistema push and pull.

Como podéis ver a continuación hay mucha variedad donde elegir:

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