Con el clima que disfrutamos en nuestra región, es habitual aprovechar al máximo los espacios exteriores.
Para protegernos del sol intenso, el viento o la lluvia, nada mejor que una pérgola bioclimática. Este sistema permite adaptar techo y laterales según las condiciones climáticas: cerrarla por completo para crear un ambiente acogedor en invierno o abrirla para disfrutar del aire y la luz natural. Y, por supuesto, todo lo que hay entre esos dos extremos.
En esta ocasión, tuvimos la fortuna de integrar una zona de comedor exterior. Diseñamos un mobiliario de obra con puertas de madera de teka y encimera de mármol natural, creando un espacio muy cómodo para las comidas familiares, que por falta de espacio no podían celebrarse en el interior de la vivienda. Unasolución versátil, práctica y con mucho encanto.
Tip interiorista: Para evitar que las puertas de teka tuvieran un peso visual excesivo, empapelamos los plafones centrales con un papel de fibras naturales trenzadas. El resultado: un toque decorativo cálido y acogedor que aligera el conjunto aportándole mucha personalidad.
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