Esta es una de esas obras en las que cobra sentido máximo todo el trabajo de estudio previo. En este caso se llevó lo suyo. Una vivienda antigua, en chaflán, con distribución obsoleta para la forma en que habitamos ahora nuestros hogares. Se requerían dos baños, una cocina operativa, un salón decente y 3 dormitorios. Creo que no es posible sacarle más rendimiento del que se le ha sacado y que el resultado es todo un éxito. Os lo mostramos a continuación.
Tanto la cocina como los baños son la mínima expresión posible pero totalmente operativos y aprovechados al máximo. El mobiliario de cocina en tonos claros, lo más luminosa posible da luz al pasillo de acceso a través de un paño realizado en pavés nacarado. La distribución estudiada nos ha permitido levantar un armario en el recibidor y organizar el mobiliario de la cocina aprovechando cada centímetro disponible sin generar rincones con poco rendimiento. Una puerta corredera acristalada nos separa del salón comedor.
Los baños se han configurado en torno a un patinillo de instalaciones que nos ha permitido instalar dos baños donde solo había uno. Un aseo con inodoro y mueble de lavabo y un baño completo con ducha a medida dan servicio a la nueva vivienda. En ambos se han instalado puertas correderas exteriores de forma que no se pierda nada de habitabilidad en el interior.
La carpintería de la vivienda ha sido otro reto. Una vivienda en chaflán donde aparecen ángulos extraños no permite armarios estándar. Se han ido aprovechando todos los rincones posibles para dotar la vivienda de buenos armarios de almacenamiento de modo que no solo sea una vivienda aparentemente estética sino también muy práctica. El empleo de puertas correderas es también una medida muy acertada cuando el espacio escasea.